sábado, 8 de agosto de 2009

Las mascaras




Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:

Un día, mucho antes de que nacieran muchos dioses, desperté de un profundo sueñoy descubrí que me habían robdo mis máscaras- sí; las siete mascaras que yo mismo había confeccionado, y que llevé en siete existencias distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:

-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!

Hombres y mujeres se reian de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas.

Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó

-¡Miren! ¡Es un loco!

Alcé la cabeza para ver quien gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. y como si fuera presa de un trance, grité:

-¡Benditos! ¡Benditos sean lo ladrones que me robaron mis mascaras!

Así fue que me convertí en un loco

Y en mi locura he hallado la libertad y seguridad;la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido; pues quienes no comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.

Pero no déjeis que me enorgullesca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.

Autor: Khalil Gibran/obra: el loco

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